Crónica Mini Mixto: Sonrisas

U.E. SANT ANDREU 73-23 C.B. SENTMENAT BLANC

Os prometo que tenía ganas ya de escribir. Después de la festividad, todos volvíamos al trabajo, en la escuela, en la universidad, al baloncesto, a la rutina. Tanto Edgar cómo yo sabemos de la importancia de volver con buen pie, después de un par de semanas donde ya habíamos empezado a trabajar el que ya había mencionado hacía tiempo: el "passar i tallar".

De entrada, y a sabiendas del nivel de dificultad que nos encontraríamos, los negamos que hicieran el contraataque durante el partido. Me explico. Nuestra primera idea siempre es correr, hacer contraataque, robar la pelota lo más cerca de la cesta posible y hacer cestas fáciles. Pero también creemos que cuando nos encontramos con un equipo que nos presiona mucho más y no nos deja correr con facilidad, necesitamos otros recursos básicos en la distribución del campo. Ya dije que nos fijaremos este último trimestre al perfeccionar el máximo posible todos los aspectos técnicos, pero también queremos acabar el curso con la integración de este concepto "passar i tallar" imprescindible. Y cuando más rápido lo asimilen, mejor! Parece mentira, pero rescindiendo de un juego más loco y más de idas y retornos, el equipo disfruta más y se hace un juego más vistoso.

Practicaremos todo esto el que queda de temporada y habrá que encontrar el mix entre contraataque y jugar con más conservación. Y para hacer esto, se necesita que el equipo esté concentrado, mejore mucho más en técnica y entienda - no memorice- cuál es nuestra manera de entender este juego.

Dicho esto, el título de la crónica hace referencia a una cosa mucho más importante. Hace referencia al que recordarán cuando sean más grandes. Recordarán la sonrisa, las cestas, y sobre todo el equipo. Hoy alguien me ha dicho al oído: " Has vist Ricard? Són una colla". No son compañeros, son amigos. Nunca he tenido la posibilidad de jugar a baloncesto con amigos. Conseguir que ellos lo sean es una de las cosas que más satisfacción me saca como entrenador. He marchado este sábado de la Escuela Pegaso con una sonrisa a la cara por el que había visto a mi cerebro y por el que había notado a mi corazón. Hoy es un día que de aquí tiempo se convertirá en nostalgia. Ya sale el solo. Y el sol se constituye con cada uno de las sonrisas de todos los jugadores y jugadoras de este equipo. Nil, Isaac, Alexandra, Cèlia, Daniela, Arnau, Pau, Ona, Miquel, Dani y Ada. Desde el que tira hasta el que anima al banquillo. Desde el que se desespera hasta el que cree. Desde el que habla hasta el que escucha. Desde el que baila hasta el que salta. Desde el que choca la mi hasta el que deja la palma. Desde el que abraza hasta el que se deja estimar.

Somos todos.

Somos una sonrisa.

Somos uno.

Autor: Ricard Iglesias